MADRID, ESPAÑA – Cada año, cerca de 10.000 personas en España reciben un diagnóstico de cáncer de páncreas, una enfermedad que, aunque no es la más común, se encuentra entre las más letales. En 2023, 8.140 pacientes fallecieron a causa de este tumor, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), marcando la cifra más alta en dos décadas.
El cáncer de páncreas ha visto un incremento del 83,6% en su incidencia en los últimos 20 años, y ni siquiera la pandemia ha frenado su avance. Parte del problema radica en su diagnóstico tardío, ya que los síntomas iniciales, como el dolor de espalda o la pérdida de peso, suelen pasar desapercibidos hasta que la enfermedad está en etapas avanzadas.
Retar al cáncer con ciencia
En el Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón (IISA), un equipo liderado por Alejandra González trabaja incansablemente para cambiar este panorama. González, una destacada investigadora con formación internacional, busca modificar el entorno del tumor para mejorar la eficacia de los tratamientos. “Queremos liberar el tumor, hacerlo más permeable”, explica.
Su enfoque no ataca directamente las células cancerígenas, sino que busca reducir la presión interna del tumor mediante la inducción temporal de vasos linfáticos que drenen el líquido acumulado. Este método innovador podría superar las barreras que dificultan la eficacia de terapias convencionales como la quimioterapia.
El equipo de González utiliza modelos animales y tecnología de vanguardia para estudiar el cáncer en vivo, lo que permite una comprensión más precisa de cómo las terapias pueden ser mejoradas al reducir la rigidez del entorno tumoral.
Una trayectoria sobresaliente
González posee una carrera impresionante que comenzó con una licenciatura en Bioquímica en Salamanca y continuó con estudios en Manchester, el Vall d’Hebron y el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) en Madrid. Su interés por la biología vascular la llevó a Suiza, donde perfeccionó su comprensión de cómo los vasos sanguíneos y linfáticos impactan en el tratamiento del cáncer.
Regresó a España en 2022 gracias a una beca María Zambrano, decidida a aplicar su conocimiento en su país natal. Actualmente, su trabajo cuenta con el respaldo del Instituto de Salud Carlos III y el Gobierno de Aragón, lo que le proporciona la estabilidad necesaria para dedicarse plenamente a la investigación.
González también destaca en su compromiso con la igualdad de género en la ciencia. “En mi laboratorio, casi todas somos mujeres, lo que refleja la gran proporción de científicas. Sin embargo, todavía hay barreras en los puestos de liderazgo y en la conciliación”, afirma.
El futuro de la investigación oncológica
El trabajo de González es un ejemplo del avance de la nueva generación de investigadoras que combinan innovación tecnológica y sensibilidad humana. Ha sido reconocida con el premio L’Oréal-UNESCO ‘For Women in Science’, un incentivo que considera crucial para continuar su labor.
Además de su enfoque en el cáncer de páncreas, González y su equipo esperan que su estrategia pueda aplicarse a otros tipos de tumores, como el colorrectal, que presentan entornos físicos similares. La idea es mejorar la eficacia de las terapias existentes eliminando las barreras físicas que las frenan.
En España, otros laboratorios, como el Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca, también están explorando formas de hacer más permeable la membrana tumoral. Estos esfuerzos colectivos están comenzando a ganar terreno contra un enemigo que durante mucho tiempo se consideró casi imbatible.
En definitiva, cada experimento y ensayo en el laboratorio de González es un paso hacia un futuro donde el cáncer de páncreas y otros tumores similares puedan ser tratados de manera más efectiva, transformando un enemigo formidable en un oponente más vulnerable.