GIRONA, ESPAÑA – El Sevilla FC viajó a Girona con la misión de calmar las agitadas aguas que han caracterizado su inicio de temporada en La Liga. A pesar de la inscripción de última hora del portero Odysseas Vlachodimos, el equipo se enfrenta a la ausencia de jugadores clave como Sow, Lukébakio y Akor Adams, además de la salida de Pedrosa rumbo a Elche. La situación en el club de Nervión ha sido turbulenta durante años, y el comienzo de esta temporada no ha sido la excepción.
El entrenador Matías Almeyda se encuentra bajo presión para revertir la tendencia negativa de las últimas tres temporadas, marcadas por inicios decepcionantes. Con el equipo desangrándose en los últimos años, ya sea bajo la dirección de Monchi o Víctor Orta, Antonio Cordón ha asumido la tarea de detener la hemorragia. Sin embargo, los aficionados sevillistas se muestran escépticos y temen un nuevo fracaso.
Desafíos y expectativas
El Sevilla ha sufrido derrotas contundentes en sus primeros encuentros, incluyendo un 1-3 contra el Rayo Vallecano y un 0-5 frente al Villarreal, resultados que lo han dejado en la parte baja de la tabla. En Montilivi, el equipo buscará al menos un empate para evitar caer al último lugar, aunque un triunfo sería el verdadero bálsamo para Almeyda y Cordón.
El técnico argentino podría optar por debutar a Vlachodimos y Suazo, quienes fueron inscritos recientemente gracias a la extensión de contrato de Marcao. Además, el mediapunta Alfon está listo para su debut oficial, lo que podría aportar frescura al equipo.
La presión de la historia
Históricamente, el Sevilla ha sido un equipo que ha sabido recuperarse de momentos difíciles, pero la actual situación es particularmente complicada. La falta de refuerzos adecuados y las constantes especulaciones sobre posibles salidas de jugadores como Juanlu y Rubén Vargas han generado un ambiente de incertidumbre.
El veterano defensa César Azpilicueta ha llegado para aportar experiencia, pero su impacto aún está por verse. La presión sobre Almeyda es palpable, y los periodistas no dejan de analizar cada gesto del entrenador en busca de señales de optimismo o desesperación.
El futuro inmediato
Antonio Cordón ha señalado el 1 de septiembre como la fecha clave para evaluar la planificación del equipo. Mientras tanto, el Sevilla debe concentrarse en su próximo enfrentamiento contra el Girona, un equipo que también busca redimirse tras un inicio complicado.
El delantero Stuani será una amenaza constante para la defensa sevillista, que espera contar con la veteranía de Azpilicueta para mantener la compostura. Sin embargo, la medular del equipo sigue siendo un área de preocupación, y Cordón trabaja contrarreloj para completar la plantilla antes de que cierre el mercado de fichajes.
En conclusión, el Sevilla FC se encuentra en un momento crítico, y el partido contra el Girona podría ser un punto de inflexión. Un resultado positivo no solo aliviaría la presión sobre Almeyda y Cordón, sino que también podría cambiar el ánimo de una afición cansada de decepciones.