CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO – En el vertiginoso mundo del liderazgo moderno, el agotamiento emocional se ha convertido en un costo significativo que muchos líderes enfrentan. La recuperación ya no es un lujo, sino una necesidad imperativa para proteger el bienestar personal y mantener la capacidad de liderar a largo plazo. Tras un evento o periodo desafiante, es crucial implementar prácticas efectivas para procesar emociones y recargar energías.
Reflexión y Significado: Claves para Avanzar
Enfrentar momentos difíciles puede parecer poco atractivo, pero reflexionar sobre ellos es esencial para avanzar. Ignorar o reprimir emociones solo lleva a que estas se acumulen y resurjan más tarde como estrés, reactividad y problemas de salud. Dedicar unos minutos a reconocer y aceptar las emociones sin juzgarlas puede ofrecer información valiosa sobre valores, necesidades y límites personales.
El apoyo social es fundamental. Compartir experiencias con personas de confianza no solo ayuda a procesar eventos difíciles, sino que también mejora la resiliencia al estrés. Escribir sobre las emociones también puede ser beneficioso, creando un espacio entre uno mismo y las emociones, permitiendo identificar el significado y los próximos pasos con propósito.
Reencuadrar la Narrativa: Transformar la Perspectiva
Reevaluar experiencias emocionalmente exigentes puede acelerar la recuperación al reducir la angustia y liberar recursos cognitivos. Reencuadrar no significa ignorar la dificultad, sino cambiar la perspectiva para encontrar nuevos significados o posibilidades. Preguntarse por los posibles aspectos positivos o beneficios a largo plazo de una situación puede cambiar la experiencia y proporcionar nueva energía y claridad.
La autocompasión es una herramienta esencial en este proceso. Tratarse con la misma amabilidad que se ofrecería a un amigo permite afrontar desafíos de manera constructiva, en lugar de criticarse severamente. La autocompasión fomenta una autoevaluación más amable y efectiva.
Reposición de Reservas Emocionales
Continuar sin recuperarse tras eventos emocionalmente difíciles puede agotar las reservas emocionales y físicas, llevando al agotamiento emocional y afectando el estado de ánimo, salud y efectividad. Recuperarse implica participar en experiencias adecuadas, no solo tomar un descanso.
- Desconexión: Darle a la mente un verdadero descanso evitando el correo electrónico fuera del horario laboral.
- Relajación: Crear momentos de tranquilidad, como caminar sin teléfono o escuchar música relajante.
- Maestría: Realizar actividades desafiantes de manera positiva, como aprender algo nuevo.
- Control: Proteger el tiempo personal, decidiendo qué hacer sin compromisos adicionales.
Estas prácticas no solo ayudan a reiniciarse en el corto plazo, sino que fortalecen el “músculo emocional” para enfrentar futuros desafíos con mayor estabilidad y fortaleza. Los líderes son necesarios no solo hoy, sino por mucho tiempo más.
Por: Dina Denham Smith, coach ejecutivo de líderes y equipos de empresas globales como Netflix, PwC, Goldman Sachs y Stripe.