MADRID, ESPAÑA – En una declaración que ha resonado en el mundo laboral, Dario Amodei, cofundador y consejero delegado de Anthropic, advirtió que la mitad de los trabajos de oficina podrían desaparecer en los próximos cinco años. En una entrevista con Business Insider el pasado mayo, Amodei subrayó la paradoja que enfrentan los desarrolladores de inteligencia artificial: mientras crean herramientas avanzadas, también están en el camino de destruir millones de empleos.
Anthropic, una de las startups más prometedoras en el sector de la inteligencia artificial, fue fundada en 2021 como una escisión de OpenAI. Dario Amodei y su hermana Daniela, ambos figuras clave en el desarrollo de GPT, decidieron tomar un rumbo diferente, enfocado en desarrollar modelos conversacionales con principios éticos integrados desde su base.
La creación de Claude y sus implicaciones
El resultado de sus esfuerzos fue Claude, un asistente digital entrenado bajo el concepto de “IA constitucional”, diseñado para ser útil, inofensivo y honesto. Sin embargo, Amodei reconoce que este mayordomo digital podría dejar sin empleo a muchos de sus usuarios. Aunque Claude ha demostrado ser superior en muchas tareas, su impacto potencial en el mercado laboral es motivo de preocupación.
En la misma entrevista, Amodei lanzó una de las afirmaciones más impactantes del año en relación con el empleo y la tecnología:
“Aproximadamente la mitad de los trabajos de oficina podrían desaparecer en los próximos cinco años”.
Esta declaración pone de relieve la contradicción de una empresa que promueve la creación de IA “segura”, pero que admite que su uso masivo podría desestabilizar el mercado laboral.
El debate sobre el futuro del trabajo
En el ámbito público, tanto gobiernos como corporaciones han insistido en la narrativa de la IA como un copiloto que complementará, no sustituirá, el trabajo humano. Sin embargo, Amodei fue claro: no se debe endulzar la realidad. El futuro no se limitará a la colaboración, sino que podría implicar un reemplazo silencioso, una optimización radical de procesos y una reducción progresiva del trabajo humano en tareas rutinarias.
Los expertos en economía laboral han advertido sobre el riesgo de un desempleo estructural si no se gestionan adecuadamente los cambios tecnológicos. Según un estudio del Foro Económico Mundial, hasta 85 millones de empleos podrían ser desplazados por la automatización para 2025, aunque también se crearán 97 millones de nuevos roles adaptados a la nueva división del trabajo entre humanos, máquinas y algoritmos.
Mirando hacia el futuro: adaptación y oportunidades
La clave, según los analistas, está en la adaptación. Las empresas y los trabajadores deberán reinventarse para sobrevivir en un entorno laboral en constante evolución. La educación y la formación continua serán esenciales para equipar a la fuerza laboral con las habilidades necesarias para los empleos del futuro.
Por su parte, Amodei sugiere que el desarrollo de la IA debe ir acompañado de un marco ético robusto y políticas públicas que mitiguen sus efectos negativos en el empleo. “No podemos caminar dormidos hacia esto”, advirtió, enfatizando la necesidad de una planificación proactiva para afrontar los desafíos que se avecinan.
En conclusión, mientras la inteligencia artificial promete revolucionar la forma en que trabajamos, también plantea preguntas fundamentales sobre el futuro del empleo. La sociedad deberá abordar estas cuestiones con urgencia y determinación para asegurar que la transición hacia un futuro más automatizado sea inclusiva y beneficiosa para todos.