mar. Ago 5th, 2025

CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO – En un mundo empresarial en constante cambio, los líderes exitosos reconocen que el éxito no es estático, sino que requiere una renovación continua. Ya sea debido a reestructuraciones, tensiones internas, desmotivación o cambios estratégicos, llega un momento en que un equipo necesita más que un simple ajuste: necesita un relanzamiento.

Basándonos en nuestra experiencia colectiva con cientos de equipos durante la última década, presentamos una hoja de ruta para ayudar a los líderes a encaminar de nuevo a sus equipos.

Diagnosticar Antes de Actuar

Los líderes a menudo se apresuran a implementar cambios sin diagnosticar primero los problemas subyacentes, solo para descubrir que estos empeoran. Antes de actuar, es crucial preguntarse: ¿Está el equipo alineado en cuanto a propósito, objetivos y prioridades?

No todos los miembros del equipo se sienten cómodos hablando abiertamente, especialmente en entornos grupales o directamente con la dirección. Las normas culturales, la historia personal y las dinámicas de poder pueden influir en cómo las personas expresan sus inquietudes.

El objetivo no es forzar la apertura, sino descubrir lo que realmente está ocurriendo de una manera que funcione para su equipo. Solo entonces se pueden abordar las causas raíz y relanzar con intención.

Construir Confianza

Permitir la retroalimentación constructiva mediante un proceso estructurado del equipo es crucial para que esta se considere una responsabilidad compartida. El relanzamiento comienza con la reconstrucción de la seguridad psicológica, creando un entorno donde las personas se sientan seguras para expresarse, compartir su experiencia, cuestionar ideas e incluso participar en una “buena discusión” de vez en cuando.

  • Lidere con vulnerabilidad: Realice una revisión del equipo para comprender cómo están los miembros a nivel personal y profesional.
  • Fomente el diálogo abierto: Utilice retrospectivas estructuradas del equipo.
  • Permita la retroalimentación constructiva: Establezca un proceso estructurado en el que la retroalimentación sea una responsabilidad compartida.

Claridad en la Visión y Propósito

Los equipos se unen en torno a visiones claras e inspiradoras, especialmente durante períodos de cambio. Para lograr la alineación necesaria, sea transparente sobre los desafíos mientras enfoca al equipo en el futuro.

  • Aclare la visión general: Defina el mapa estratégico para llegar allí.
  • Reafirme el propósito y valor del equipo: Destaque su importancia para la organización y los clientes.
  • Establezca un tono orientado al futuro: Inspire optimismo y sentido de agencia.

Aclarar las Formas de Trabajo en Equipo

La desalineación a menudo proviene de la confusión sobre los roles, prioridades y cómo colaborarán realmente los miembros del equipo. Es esencial considerar:

  • Roles y responsabilidades: Asegúrese de que todos sepan lo que se espera de ellos.
  • Procesos de toma de decisiones: Aclare quién toma qué decisiones y cómo se recaba la opinión del equipo.
  • Normas y expectativas del equipo: Defina los comportamientos esperados y la cadencia óptima para reuniones y colaboración.

Los líderes deben identificar uno o dos objetivos visibles y alcanzables que puedan cumplirse en los primeros 30 a 60 días y reconocer a los miembros del equipo por lograrlos. Los pequeños éxitos generan confianza y refuerzan la dinámica positiva del equipo.

Mantener el Impulso

Un relanzamiento no es un evento único: es un proceso continuo, y los pasos no siempre son lineales. Para mantener el impulso, los líderes deben:

  • Seguimiento del progreso: Monitorear el avance respecto a los nuevos objetivos y prioridades del equipo.
  • Microretroalimentación: Proporcionar retroalimentación frecuente, breve y enfocada.
  • Reevaluación periódica: Ajustar lo que está funcionando y lo que no.

Relanzar un equipo no es una señal de fracaso, sino de liderazgo. Al tomarse una pausa para reevaluar, reiniciar y realinear, los líderes pueden reenergizar a sus equipos, fortalecer la confianza y construir la claridad e impulso necesarios para un desempeño sostenido en un entorno cambiante.

Por: Alyson Meister e Ina Toegel