lun. Ago 4th, 2025

CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO – Un reciente estudio realizado por las universidades de Texas A&M y Wisconsin-Madison ha puesto en evidencia un problema que podría estar afectando la seguridad de los alimentos en nuestros hogares: las tablas de cortar de plástico comunes liberan microplásticos de entre 1 a 5 milímetros durante su uso. Al cortar sobre estas superficies, las partículas se desprenden y se adhieren a los alimentos, sin ser visibles a simple vista.

Este hallazgo destaca la importancia de considerar alternativas más seguras, como las tablas de madera, silicona o goma, que no solo son menos propensas a liberar microplásticos, sino que también son más amigables con los cuchillos. Según los expertos, el impacto de los microplásticos en la dieta podría alcanzar los 50 gramos al año, una cifra que, aunque suena alarmante, representa una fracción mínima en comparación con otras fuentes de exposición.

¿Cómo elegir la mejor tabla de cortar?

La elección de la tabla de cortar adecuada es crucial para minimizar riesgos. Los expertos recomiendan evitar materiales como vidrio, piedra o acero inoxidable, ya que pueden dañar los cuchillos y no son ideales para el uso diario en la cocina. En su lugar, se sugiere optar por tablas de goma o silicona, que son fáciles de limpiar, duraderas y seguras para los utensilios de cocina.

Patrick Guzzle, vicepresidente de ciencia alimentaria de la Asociación Nacional de Restaurantes, enfatiza la importancia de reemplazar las tablas de cortar cuando presentan cortes profundos o marcas visibles, ya que estas grietas pueden facilitar el crecimiento de bacterias. Además, si la tabla presenta olores persistentes o manchas imposibles de eliminar, es momento de considerar un reemplazo.

Fuentes comunes de microplásticos

El problema de los microplásticos no se limita a las tablas de cortar. Cada vez que utilizamos productos plásticos, existe la posibilidad de liberar estas diminutas partículas. Contenedores de comida, film transparente y cápsulas de detergente son ejemplos comunes. Además, las plantas de tratamiento de aguas residuales y el escurrimiento de aguas pluviales contribuyen a la dispersión de microplásticos en el medio ambiente.

Estas partículas también se generan en cuerpos de agua como mares y ríos, producto de la degradación de plásticos más grandes. Incluso, actividades cotidianas como conducir un coche pueden liberar partículas de los neumáticos, que luego son arrastradas por la lluvia hacia cuerpos de agua naturales.

Impacto ambiental y en la salud

Los microplásticos son partículas que no se degradan fácilmente y pueden persistir en el medio ambiente durante décadas. Su presencia se ha incrementado en océanos, ríos, suelos e incluso en el aire. Al ser ingeridos por peces y otros animales, pueden entrar en la cadena alimenticia y afectar ecosistemas enteros. Además, actúan como vehículos de sustancias tóxicas adheridas a su superficie.

En cuanto a la salud humana, investigaciones recientes han detectado microplásticos en sangre, pulmones, placenta y heces. Aunque los efectos exactos aún no se comprenden completamente, los científicos están investigando su posible relación con inflamaciones, alteraciones hormonales, efectos en la fertilidad y daños en órganos como el hígado y los riñones.

En conclusión, aunque el estudio no encontró efectos negativos inmediatos en la salud, la creciente presencia de microplásticos en nuestro entorno y en nuestros cuerpos plantea preguntas importantes sobre su impacto a largo plazo. La elección consciente de materiales en la cocina y la reducción del uso de plásticos desechables son pasos pequeños pero significativos hacia un futuro más seguro y sostenible.