SANTIAGO DE CHILE – Alfredo Jaar, el renombrado artista chileno, es un observador agudo de las crisis globales contemporáneas. A sus 69 años, Jaar ha dedicado su carrera a explorar las intersecciones entre el arte, la política y la sociedad. Su última obra, The End of the World, es una provocativa instalación que aborda los desafíos geopolíticos y medioambientales derivados de la extracción de minerales críticos. Exhibida recientemente en KINDL, Berlín, la obra se trasladará a Bruselas y más tarde al Museo Oscar Niemeyer en Curitiba.
La instalación consiste en un cubo de cuatro centímetros compuesto por capas de diez minerales esenciales, como el cobalto y las tierras raras, fundamentales para la tecnología moderna. Jaar explica que el título de la obra es una provocación, pero refleja una realidad ineludible: “Cuando Trump le pide al presidente Zelenski que pague con tierras raras, o intenta anexionarse Groenlandia, todo apunta al mismo lugar. Soy muy cartesiano y leo las noticias a diario y no veo otra salida: es el fin del mundo”.
El arte como herramienta política
Jaar, arquitecto, fotógrafo, cineasta y activista, es uno de los artistas chilenos más influyentes a nivel internacional. Ha sido galardonado con el Premio Nacional de Artes Plásticas de Chile y ha participado en prestigiosas bienales como las de Venecia y São Paulo. Su obra destaca por su enfoque crítico y su capacidad para abordar temas complejos de manera accesible y visualmente impactante.
En sus inicios, Jaar se hizo conocido por su serie Gold in the Morning, que documenta las condiciones de trabajo en una mina de oro en Brasil. Este proyecto marcó el comienzo de su interés por las consecuencias sociales y medioambientales de la minería en el sur global. “Llegué a Nueva York escapándome de la dictadura militar. Quería ser artista y tenía claro que ahí estaba el centro del mundo del arte”, recuerda Jaar.
Minerales críticos y tensiones globales
El ensayo que acompaña a la obra, escrito por el geólogo político Adam Bobbette, expone las implicaciones de la minería de minerales críticos. Bobbette describe cómo el cambio climático y la carrera por los recursos intensifican los conflictos globales. “El cambio climático es una guerra por los recursos. Las empresas mineras se benefician de la destrucción ecológica y la devastación de las comunidades”, afirma Bobbette.
Jaar subraya la importancia de estos minerales en la economía global y el papel crucial de China en su suministro. “China posee el 80% de las tierras raras del planeta. Sin ellas no se pueden fabricar computadoras, ni teléfonos ni baterías eléctricas”, explica. Esta dependencia crea tensiones geopolíticas, especialmente entre China y Estados Unidos, que podrían derivar en conflictos futuros.
Desafíos y reflexiones personales
La obra de Jaar no solo es una crítica a la explotación de recursos, sino también una reflexión sobre las desigualdades globales. “Todo arte es político. Cualquier creación humana contiene una dimensión ideológica”, sostiene Jaar. Su enfoque destaca la capacidad del arte para provocar el pensamiento crítico y fomentar el diálogo sobre cuestiones urgentes.
Jaar ha decidido abandonar Estados Unidos tras cuatro décadas debido a su descontento con la administración actual. “No quiero vivir bajo la dictadura de Trump”, declara. Su decisión refleja su compromiso con sus principios y su deseo de seguir utilizando el arte como una herramienta para el cambio social.
En un mundo cada vez más polarizado, la obra de Alfredo Jaar nos recuerda la importancia de cuestionar el status quo y de buscar soluciones creativas a los problemas globales. Su enfoque pesimista pero voluntarioso, inspirado en Gramsci, ofrece una perspectiva valiosa en tiempos de incertidumbre.