sáb. Jul 26th, 2025

SANTIAGO DE CHILE, CHILE – Alfredo Jaar, un artista chileno de renombre internacional, se ha convertido en una voz crítica en un mundo cada vez más convulso. A sus 69 años, Jaar utiliza su arte para abordar problemáticas globales como la extracción de tierras raras y minerales críticos, temas que han cobrado relevancia en el contexto geopolítico actual.

Su obra The End of the World fue presentada en KINDL, Berlín, y estará en exhibición en Bruselas a partir del 4 de septiembre. Esta pieza, un pequeño cubo de cuatro centímetros compuesto por capas de diez minerales críticos, simboliza la dependencia del mundo moderno de estos recursos.

El arte como herramienta política

Jaar, quien reside en Nueva York desde 1982, ha sido un observador agudo de las dinámicas de poder globales. “El nombre es una provocación, pero los últimos meses han confirmado la lógica de la obra”, comenta Jaar, refiriéndose a las tensiones internacionales por el control de recursos estratégicos.

El artista, que ha recibido numerosos reconocimientos, incluyendo el Premio Nacional de Artes Plásticas de Chile, considera que el arte es inherentemente político. “Cualquier creación humana contiene una dimensión ideológica”, afirma, subrayando la capacidad del arte para reflejar y cuestionar la realidad social y política.

Minerales críticos y el nuevo colonialismo

La obra de Jaar se centra en la explotación de minerales como el cobalto, el litio y las tierras raras, esenciales para tecnologías modernas. Estos materiales son extraídos en condiciones precarias, a menudo en regiones devastadas por el colonialismo histórico. “El cambio climático es una guerra por los recursos”, escribe Adam Bobbette, geólogo político, en un ensayo que acompaña la obra de Jaar.

China, que controla gran parte del suministro mundial de estos minerales, ha adoptado una estrategia de influencia global mediante la Iniciativa Franja y Ruta. En contraste, Estados Unidos ha estado involucrado en conflictos bélicos en Oriente Próximo, gastando billones de dólares sin asegurar recursos estratégicos.

El impacto humano y ambiental

La extracción de estos minerales no solo es contaminante, sino también mortal para muchos trabajadores, como en la región china de Mongolia Interior. Jaar destaca cómo estas prácticas reflejan un nuevo tipo de colonialismo, donde las potencias económicas explotan recursos en detrimento de las comunidades locales.

La obra de Jaar invita a reflexionar sobre la paradoja de las nuevas tecnologías: mientras mejoran la calidad de vida, su producción es devastadora para el medio ambiente y las personas. “No hay escapatoria”, lamenta Jaar, quien busca un equilibrio que aún parece inalcanzable.

Un futuro incierto

Ante la creciente tensión entre China y Estados Unidos, Jaar advierte sobre el riesgo de conflictos armados por el control de recursos. “EE UU no sobrevive sin Taiwán y sin tierras raras”, señala, anticipando un posible enfrentamiento en el Pacífico.

Jaar, quien nunca solicitó la ciudadanía estadounidense, ha decidido abandonar Estados Unidos tras la elección de Trump. “No quiero vivir bajo la dictadura de Trump”, declara, comparando la situación actual con la dictadura de Pinochet en Chile.

El artista planea mudarse a Europa, cerca de su hijo, el músico Nicolás Jaar. Su decisión refleja una tendencia creciente entre intelectuales y artistas que buscan nuevos horizontes ante el clima político actual.

Alfredo Jaar continúa siendo una figura influyente en el mundo del arte, utilizando su obra para desafiar y provocar el pensamiento crítico en un mundo que enfrenta desafíos sin precedentes.