SAN FRANCISCO, EE.UU. – En una visita que ha levantado más de una ceja, la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, viajó este jueves a San Francisco para recorrer la histórica prisión de Alcatraz. Este movimiento se produce en un momento crítico, en medio del escándalo por su gestión del caso Epstein, un caso que ha avivado teorías de conspiración sobre una supuesta lista de clientes del difunto millonario pederasta, quien murió en 2019 mientras esperaba juicio por tráfico sexual de menores.
El viaje de Bondi a Alcatraz, una prisión que dejó de funcionar en los años sesenta y que ahora es una popular atracción turística, ha sido interpretado por muchos como una maniobra de distracción. Durante su visita, Bondi permitió el acceso exclusivo de las cámaras de Fox News, evitando preguntas sobre Epstein, pero sí hizo una declaración polémica:
“[Alcatraz] podría servir para encerrar a lo peor de lo peor. Presos violentos, delincuentes de medio pelo… Nos valdría para poner entre rejas a los inmigrantes ilegales [sic]. Podría alojar a cualquiera. Son unas instalaciones fantásticas. Requiere de mucho trabajo, pero no se sabe de nadie que haya escapado de aquí con vida”,
declaró la fiscal general republicana.
Reabrir Alcatraz: Un plan costoso y controvertido
La idea de reabrir Alcatraz como prisión ha sido una propuesta recurrente de la administración de Trump. Sin embargo, expertos advierten que reasignar su uso como cárcel sería extremadamente costoso, especialmente porque actualmente carece de suministro de agua. Además, el Servicio de Parques Nacionales, que gestiona el sitio, genera alrededor de 60 millones de dólares anuales gracias al turismo.
Doug Burgum, secretario de Interior, acompañó a Bondi en su visita para evaluar cómo cumplir con las órdenes de Trump. No obstante, la idea ha sido duramente criticada por figuras políticas como Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara de Representantes, quien la calificó como
“la más estúpidamente de las ideas de la actual Administración”
. El gobernador de California, Gavin Newsom, también se burló de la propuesta, afirmando que
“Trump abrirá Alcatraz el mismo día en que publique la lista Epstein. O sea, nunca”
.
El escándalo Epstein: Un caso que se niega a desaparecer
El escándalo Epstein ha sido una sombra persistente para la administración Trump. A pesar de los intentos del presidente por desviar la atención, el caso sigue siendo un tema candente en la opinión pública. Recientemente, se filtró un documento del Departamento de Justicia y el FBI que concluye que la lista de Epstein no existe y que su muerte fue un suicidio.
El presidente Trump, quien mantuvo una relación de amistad con Epstein, ha intentado minimizar el escándalo, calificándolo de
“aburrido”
. Sin embargo, el caso sigue generando polémica, especialmente después de que Bondi despidiera a Maurene Comey, una de las fiscales del caso Epstein e hija del exdirector del FBI, James Comey, un conocido adversario de Trump.
Implicaciones y el futuro del caso
El despido de Comey ha añadido más leña al fuego, especialmente después de que ella advirtiera a sus colegas sobre el riesgo de que el miedo se apodere de quienes permanecen en la fiscalía.
“El miedo es la herramienta de los tiranos, y usan para reprimir el pensamiento independiente”
, escribió Comey en un documento interno.
Mientras tanto, Bondi sigue sin publicar partes “relevantes” del dosier Epstein, que según ella contiene horas de videos comprometedores. La protección de las víctimas es crucial, pero la falta de transparencia ha sido una constante en este caso.
En conclusión, la visita de Bondi a Alcatraz y su gestión del caso Epstein continúan generando controversia y escepticismo. Con las elecciones en el horizonte, la administración Trump enfrenta el desafío de manejar un escándalo que se resiste a desaparecer, mientras busca cumplir con promesas que parecen cada vez más difíciles de realizar.