ESPAÑA – La reciente adquisición de Superstruct Entertainment por parte del fondo de inversiones KKR, por un valor de 1.300 millones de euros, ha desencadenado una ola de protestas en la industria musical española. Docenas de bandas han anunciado su decisión de no actuar en festivales bajo la nueva propiedad, especialmente en Viña Rock, debido a los vínculos de KKR con negocios inmobiliarios en territorios palestinos ocupados por Israel.
Superstruct Entertainment, ahora bajo el control de KKR, es propietaria de una extensa lista de festivales en España, incluyendo Sónar, Elrow Ibiza, Arenal Sound, Amnesia, y muchos otros. Sin embargo, el foco de la controversia se ha centrado en Viña Rock, el festival de rock más grande del país, que enfrenta un boicot masivo de artistas.
Reacciones de los artistas
La banda extremeña Sinkope fue una de las primeras en anunciar su retirada, declarando en redes sociales:
«Por humanidad, por coherencia, no volveremos a tocar en el festival Viña Rock ni en ningún festival que esté en manos del fondo pro-Israel KKR».
Otros artistas, como Sons of Aguirre, también han expresado su rechazo.
«Creemos que huelga decir lo que opinamos al respecto de colaborar con genocidas, cómplices de una limpieza étnica que ha costado la vida a más de 60.000 palestinos (17.000 de los cuales son niños)»
, afirmaron, comprometiéndose a no participar en eventos organizados por KKR.
La Prados, otra artista que ha decidido cesar su colaboración, comentó:
«No me siento cómoda promoviendo la venta de entradas al evento, con lo cual he decidido cesar mi colaboración y por tanto, mi asistencia».
El impacto en Viña Rock y otros festivales
Viña Rock no ha emitido ningún comunicado oficial ante esta crisis reputacional, que amenaza con afectar gravemente su futuro. La reacción de los artistas ha sido contundente, con grupos como Reincidentes y Non Servium sumándose al boicot.
«Reincidentes no volverá a participar en dicho festival mientras siga vinculado a cualquiera que colabore en el genocidio palestino»
, declararon.
El boicot no se limita a Viña Rock. Otros festivales internacionales bajo la propiedad de KKR, como el londinense Field Day, también están experimentando cancelaciones de bandas por razones similares.
Contexto y antecedentes
KKR, una firma global de inversiones, ha sido objeto de críticas por su participación en negocios inmobiliarios en territorios palestinos ocupados. Este tipo de inversiones han sido denunciadas por diversas organizaciones de derechos humanos, que las consideran una violación del derecho internacional.
La compra de Superstruct Entertainment por KKR forma parte de una tendencia más amplia de consolidación en la industria del entretenimiento, donde grandes fondos de inversión adquieren activos culturales significativos. Sin embargo, esta transacción ha puesto de relieve las tensiones éticas y políticas que pueden surgir cuando las decisiones comerciales se entrelazan con cuestiones de derechos humanos.
Perspectivas futuras
El impacto de este boicot podría ser significativo, no solo para Viña Rock, sino para toda la cartera de festivales de KKR. La presión pública y la retirada de artistas podrían obligar a la empresa a reconsiderar su posición o incluso a vender algunos de sus activos para mitigar el daño reputacional.
Además, este caso podría sentar un precedente para futuros movimientos de boicot en la industria musical, donde los artistas están cada vez más conscientes de las implicaciones éticas de sus asociaciones comerciales.
En última instancia, la respuesta de KKR y la dirección de Viña Rock a esta crisis determinarán el curso de los eventos. Mientras tanto, la comunidad artística continúa movilizándose, subrayando la importancia de la ética en el mundo del entretenimiento.