vie. Jul 4th, 2025

PARÍS, FRANCIA – En un acto simbólico en la histórica Universidad de la Sorbona, el presidente francés Emmanuel Macron y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, han lanzado un ambicioso programa de inversiones destinado a atraer a científicos internacionales, especialmente aquellos que se sienten amenazados por las políticas del expresidente estadounidense Donald Trump.

El proyecto, denominado «Choose Europe for Science», busca establecer a Europa como un refugio para la ciencia en medio de lo que Macron describió como amenazas financieras y políticas que afectan la investigación en Estados Unidos. «Debemos denunciar el ‘dictado’ de quienes creen que un gobierno puede prohibir a los científicos investigar», declaró Macron, sin mencionar directamente a Trump. «Europa debe convertirse en un refugio para la ciencia», añadió.

Un refugio para la ciencia

El anuncio se produce en un contexto de creciente preocupación entre la comunidad científica internacional por las restricciones y recortes en investigación en Estados Unidos. Macron aseguró que Francia invertirá próximamente cien millones de euros para atraer a científicos dispuestos a colaborar en Europa. Esta inversión deberá ser aprobada por la Asamblea Nacional francesa, donde Macron enfrenta un panorama político complejo sin una mayoría clara.

Por su parte, Ursula von der Leyen anunció un plan aún más ambicioso: un proyecto de 500 millones de euros para convertir a Europa en un polo de atracción para investigadores de todo el mundo. «La ciencia debe ser la llave del futuro de Europa», afirmó, destacando la importancia de mantener inversiones robustas en investigación básica.

Ambiciones y desafíos

El objetivo de este programa no es solo atraer talento, sino también fomentar la cooperación internacional en investigación científica. Von der Leyen subrayó la necesidad de que los Estados miembros de la Unión Europea alcancen el objetivo de invertir el 3% del PIB en investigación y desarrollo, una meta que ha sido respaldada por organizaciones como la OCDE.

El proyecto «Choose Europe for Science» también busca incluir a países no pertenecientes a la UE, como el Reino Unido y Suiza, en un esfuerzo por crear alianzas flexibles que trasciendan las fronteras políticas y económicas tradicionales. Este enfoque ecuménico refleja un deseo de fomentar la colaboración científica a nivel global.

Reacciones y perspectivas

La comunidad científica ha recibido con optimismo el anuncio, aunque algunos expertos advierten sobre los desafíos logísticos y políticos que implica implementar un programa de esta magnitud. «Es un paso en la dirección correcta, pero el éxito dependerá de la ejecución y del compromiso sostenido de los países europeos», comentó un analista de políticas científicas.

El proyecto también ha sido visto como una respuesta directa a las políticas de la administración Trump, que generaron incertidumbre y preocupación entre los investigadores en Estados Unidos. Un reciente informe destacó que muchos científicos han considerado trasladarse a Europa debido a la percepción de un entorno más favorable para la investigación.

El camino a seguir

Con el lanzamiento de «Choose Europe for Science», Macron y von der Leyen han marcado un hito en la política científica europea. Sin embargo, el éxito del programa dependerá de la aprobación de las inversiones propuestas y de la capacidad de los países europeos para trabajar juntos en un esfuerzo común.

En los próximos meses, se espera que la Comisión Europea presente detalles más concretos sobre el proyecto, mientras que los gobiernos nacionales deberán debatir y aprobar las contribuciones financieras necesarias. Este programa podría redefinir el panorama de la investigación científica en Europa, posicionándola como líder mundial en innovación y desarrollo.