vie. Jul 4th, 2025

MADRID, ESPAÑA – Con el cierre de las aulas escolares, comienza la temporada de campamentos de verano, una opción que para muchas familias se ha convertido en esencial para conciliar la vida laboral y familiar. Miguel Ángel López, profesor de EAE Business School, destaca que los campamentos son actualmente una vía fundamental para que los padres puedan continuar con sus responsabilidades laborales mientras sus hijos participan en actividades culturales, sociales y educativas.

El costo de los campamentos de verano en España varía entre 200 y 2.000 euros, según el informe ‘Campamentos de verano en España’ presentado por EAE Business School. Sin embargo, este gasto no es accesible para todas las familias, y siete de cada diez hogares se ven obligados a recortar en otras áreas para poder costearlos. La pregunta que surge es: ¿por qué han aumentado los precios de los campamentos por encima de la inflación media?

Factores que impulsan el aumento de precios

Varios factores han contribuido al incremento de los costos de los campamentos de verano. En primer lugar, el aumento de los precios de los alimentos, que suelen estar incluidos en la oferta de los campamentos, ha superado la inflación media. Además, la demanda de actividades más específicas y de calidad ha llevado a la necesidad de contratar personal más calificado, lo que incrementa los costos operativos.

La duración extendida, las instalaciones especializadas, el transporte y la calidad general de los campamentos también han jugado un papel en el aumento de los precios. La creciente demanda, considerada esencial por muchas familias, frente a una oferta que solo ha crecido ligeramente, permite a las empresas ajustar los precios al alza. Asimismo, el aumento de campamentos privados con actividades de mayor calidad contribuye a este fenómeno.

Soluciones administrativas y empresariales

Para facilitar el acceso a los campamentos a todas las familias, las administraciones podrían implementar subvenciones, especialmente dirigidas a familias vulnerables o con pocos recursos. Otra solución es aumentar la oferta a través de la promoción de actividades, como la creación de campamentos urbanos en instalaciones educativas vacías durante el verano, o mediante alianzas con entidades privadas.

Un ejemplo exitoso es el campamento en Layos, un pequeño pueblo cerca de Toledo, donde una empresa familiar, en colaboración con el ayuntamiento y el gobierno regional, ha potenciado el desarrollo local desde 1985. Además, garantizar la seguridad, higiene y calidad de los campamentos a través de regulación y control es fundamental.

En el ámbito empresarial, algunas compañías ya organizan campamentos específicos para los hijos de sus empleados, gestionando todo el proceso desde la contratación de monitores hasta la logística. Permitir el teletrabajo durante los meses de verano, ofrecer jornadas intensivas o flexibilidad horaria, y subvencionar parcialmente los campamentos, son medidas que podrían mejorar la conciliación laboral y familiar.

Impacto en las estructuras familiares y la brecha de género

La diversidad de estructuras familiares influye en el acceso a los campamentos de verano. Las familias con ambos progenitores trabajando suelen tener más recursos económicos para enviar a sus hijos a campamentos específicos, mientras que las familias monoparentales a menudo no tienen otra opción que recurrir a estos servicios.

El 90% de las excedencias para el cuidado de hijos en verano son solicitadas por mujeres, lo que afecta la brecha de género en el ámbito laboral. Según el Instituto Nacional de Estadística, en el 47% de las separaciones, la madre obtiene la custodia exclusiva, y en el 48% es compartida. Esta situación, junto con la diferencia salarial entre hombres y mujeres, hace que las mujeres sean las más afectadas.

Además, un estudio de Infojobs revela que el 35% de los trabajadores que acceden a medidas de conciliación sufren consecuencias laborales negativas, y el 10% ni siquiera considera solicitarlas por temor a represalias. Esto refleja una necesidad urgente de cambios en la cultura empresarial para fomentar la confianza y la corresponsabilidad.

En conclusión, mientras los campamentos de verano se han convertido en una necesidad para muchas familias, el desafío de su costo requiere soluciones tanto administrativas como empresariales. La promoción de políticas de conciliación efectivas y el apoyo a las familias más vulnerables son pasos esenciales para garantizar que todos los niños puedan disfrutar de un verano enriquecedor y seguro.