vie. Jul 4th, 2025

BARCELONA, ESPAÑA – Un estudio reciente ha puesto en tela de juicio la idea de que la taurina podría ser un elixir contra el envejecimiento. Publicado en la revista Science, el trabajo liderado por el español Rafael de Cabo del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento en Baltimore, EE.UU., sugiere que los beneficios de la taurina no son tan claros como se pensaba.

En 2023, un estudio anterior había sugerido que los niveles de taurina en sangre disminuyen con la edad y que su suplementación podría mejorar el sistema inmune y prolongar la vida. Este estudio, realizado por un equipo internacional de científicos, mostró que los ratones que recibieron taurina vivieron hasta un 12% más, lo que equivale a ocho años humanos. Sin embargo, el nuevo estudio de De Cabo cuestiona estos hallazgos, afirmando que la taurina no disminuye con la edad en individuos sanos y que, en algunos casos, incluso aumenta.

Contradicciones en los hallazgos científicos

El nuevo estudio destaca que no hay una relación clara entre los niveles de taurina en sangre y el envejecimiento. De hecho, se observa una variación considerable del aminoácido entre individuos, mucho más que la variación en un solo individuo a lo largo del tiempo. Además, la relación entre la taurina circulante y los marcadores de salud fue inconsistente, variando según el contexto.

Los resultados contradictorios pueden explicarse por las diferencias en el diseño de los estudios. El estudio de 2023, liderado por Vijay Yadav, se basó en muestras tomadas en un momento específico, comparando instantáneas de individuos jóvenes con mayores. En cambio, el estudio de De Cabo realizó un seguimiento a lo largo de la vida de los sujetos, analizando cómo cambian los niveles de taurina bajo diferentes circunstancias.

Opiniones de expertos y futuras investigaciones

El mismo Yadav, ahora en la Universidad Rutgers, ha expresado cautela respecto a la suplementación con taurina en la población general hasta que se disponga de más información. Actualmente, está llevando a cabo un ensayo controlado con placebo en personas de alrededor de 60 años para investigar más a fondo.

De Cabo advierte que la taurina es un metabolito sensible a diversas condiciones fisiológicas, como la inflamación o el ayuno. Comparó su variabilidad con la de la glucosa, cuyo nivel puede variar significativamente a lo largo del día.

“Es un indicador de un estado fisiológico que complica decidir cómo o por qué dar un suplemento”,

explicó De Cabo.

Luigi Ferrucci, coautor del estudio, subraya que la variabilidad en un marcador sanguíneo es normal y no exclusiva de la taurina.

“Otros metabolitos pueden mostrar variaciones de diez veces arriba o abajo en diferentes horas del día”,

afirmó Ferrucci.

Implicaciones para el futuro de la investigación sobre el envejecimiento

En el ámbito de la investigación sobre el envejecimiento, no es raro que intervenciones prometedoras en animales no se traduzcan en beneficios claros para los humanos. En modelos animales, la deficiencia de taurina puede acortar la vida, mientras que los suplementos la prolongan. Sin embargo, en humanos, los suplementos suelen ser útiles solo para quienes tienen deficiencias específicas.

Ferrucci concluye que, con el conocimiento actual,

“no hay ningún suplemento que mejore la longevidad”

y recomienda una dieta equilibrada como la mejor estrategia para una vida saludable.

“Si tienes una dieta equilibrada, todo lo que necesitas está ahí”,

enfatiza.

Este nuevo estudio subraya la necesidad de más investigaciones para entender mejor el papel de la taurina y otros posibles biomarcadores en el envejecimiento humano. Mientras tanto, la comunidad científica sigue buscando respuestas en el complejo camino hacia la longevidad.