CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO – Un reciente estudio publicado en la revista Science ha puesto en duda la efectividad de la taurina como suplemento para ralentizar el envejecimiento. En 2023, un trabajo previo había posicionado a este aminoácido como un potencial elixir de la juventud, sugiriendo que los niveles adecuados de taurina podrían mejorar el sistema inmune y prolongar la vida. Sin embargo, nuevas investigaciones lideradas por el científico español Rafael de Cabo del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento en Baltimore, EE. UU., sugieren que la relación entre la taurina y el envejecimiento no es tan clara.
El estudio inicial, dirigido por Vijay Yadav, mostraba que los ratones que consumieron taurina vivieron hasta un 12% más, lo que equivaldría a ocho años humanos. Este hallazgo llevó a médicos e influencers a recomendar la taurina como suplemento antienvejecimiento. No obstante, el nuevo estudio revela que en individuos sanos, los niveles de taurina no disminuyen con la edad y, en algunos casos, incluso aumentan, como se observó en hembras humanas y monos de ambos sexos.
Resultados contradictorios y metodología
Los resultados contradictorios entre ambos estudios se deben, en parte, a las diferencias en sus metodologías. El estudio de 2023 se basó en muestras tomadas en un solo momento, comparando individuos jóvenes con mayores. En contraste, el equipo de De Cabo realizó un seguimiento longitudinal de ratones, monos y humanos, analizando cómo varían los niveles de taurina a lo largo del tiempo y bajo diferentes circunstancias.
De Cabo advierte que la taurina es “un metabolito muy sensible a diferentes condiciones fisiológicas”, como la inflamación o el ayuno. Esto complica el uso de la taurina como biomarcador del envejecimiento, ya que sus niveles pueden variar significativamente en un mismo individuo dependiendo del contexto.
Opiniones de expertos y comparaciones históricas
Vijay Yadav, ahora en la Universidad Rutgers, coincide en que no se debe recomendar la suplementación con taurina a la población general sin más datos. Está llevando a cabo un ensayo aleatorizado y controlado con placebo en personas de alrededor de 60 años para obtener más información. Yadav compara la situación con los medidores de glucosa de hace 40 años, que también enfrentaban problemas de variabilidad, pero que con el tiempo se refinaron para detectar estados diabéticos o prediabéticos.
“La variabilidad en un marcador sanguíneo es algo normal y puede ser incluso la regla para cualquier biomarcador”, afirma Luigi Ferrucci, coautor del estudio.
Implicaciones y próximos pasos
Este debate sobre la taurina refleja un patrón común en estudios sobre envejecimiento, donde intervenciones exitosas en animales no siempre se traducen en beneficios para humanos. En modelos animales, la deficiencia de taurina se asocia con peor salud y menor longevidad, mientras que en humanos, los suplementos parecen ser útiles solo para aquellos con deficiencias específicas.
Ferrucci concluye que, actualmente, “no hay ningún suplemento que mejore la longevidad” y recomienda una dieta equilibrada como la mejor estrategia para una vida larga y saludable. Este enfoque, aunque simple en teoría, es difícil de implementar en la práctica diaria.
El futuro de la investigación sobre la taurina y el envejecimiento dependerá de estudios más detallados y controlados que puedan identificar quiénes realmente podrían beneficiarse de su suplementación y bajo qué condiciones específicas.