sáb. Sep 13th, 2025

JERUSALÉN, ISRAEL – En un movimiento significativo en medio de una creciente crisis diplomática, el ministro de Comunicaciones de Israel, Shlomo Karhi, ha instruido a las empresas tecnológicas israelíes a no participar en el Mobile World Congress (MWC) de Barcelona, programado para marzo de 2026. Esta decisión se produce tras una serie de tensiones con el gobierno español, encabezado por Pedro Sánchez.

Según el diario israelí Haaretz, Karhi justificó la orden citando “una serie de medidas antiisraelíes por parte del gobierno de España”, incluyendo el apoyo a Hamás, la intención de reconocer un estado palestino en el corazón de Israel, y las acusaciones de genocidio. Estas acciones han exacerbado las relaciones ya tensas entre ambos países.

Contexto de la Decisión

La decisión de Israel de boicotear el MWC se produce en un contexto de deterioro diplomático. En julio, el Ayuntamiento de Barcelona rompió relaciones con Israel, solicitando a Fira de Barcelona, sede del MWC, que no acogiera pabellones de Israel ni de sus empresas armamentísticas. Esta ruptura ha sido vista como un reflejo de la creciente presión internacional sobre Israel en relación con su política hacia Palestina.

Por su parte, la GSMA, organizadora del MWC, ha respondido a la situación destacando que el evento es un “evento unificador” que busca avanzar en la conectividad global. La organización ha reiterado su compromiso de ofrecer un MWC26 excepcional, reuniendo a participantes de todo el mundo para dar forma al futuro de la tecnología móvil.

Reacciones y Análisis

Expertos en relaciones internacionales han señalado que la decisión de Israel podría tener repercusiones significativas para su industria tecnológica, que ha sido un actor clave en el MWC. El evento es una plataforma importante para la innovación y el networking en el sector de la tecnología móvil.

El profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Tel Aviv, Dr. Eli Ben-Meir, comentó:

“Este boicot podría aislar a las empresas israelíes de oportunidades cruciales de colaboración y desarrollo. Sin embargo, también envía un mensaje claro sobre la postura de Israel frente a lo que percibe como políticas hostiles.”

Implicaciones y Futuro

Las implicaciones de esta decisión podrían ser de largo alcance. En el corto plazo, las empresas israelíes podrían buscar otras plataformas internacionales para presentar sus innovaciones. A largo plazo, el boicot podría influir en las relaciones comerciales y diplomáticas entre Israel y España, así como con otros países que participen en el MWC.

Mientras tanto, el gobierno de España aún no ha emitido una respuesta oficial a la orden del ministro Karhi. Observadores internacionales estarán atentos a cómo evoluciona esta situación y qué impacto tendrá en el ámbito tecnológico y diplomático.

Con el MWC26 en el horizonte, la comunidad internacional observará de cerca si se producen más boicots o si se logra algún tipo de reconciliación entre las partes en conflicto. La capacidad del MWC para seguir siendo un evento verdaderamente global podría depender de cómo se manejen estas tensiones diplomáticas en los próximos meses.