dom. Jul 20th, 2025

LOUDENVIELLE, FRANCIA – La logística del Tour de Francia es un espectáculo en sí mismo, una operación titánica que se despliega a lo largo del país como un reloj suizo. Durante la 13ª etapa, una contrarreloj desafiante, el equipo Decathlon AG2R permitió a MARCA un vistazo exclusivo detrás de las cámaras.

En el corazón de los Pirineos, la llegada a Loudenvielle revela la magnitud del evento: caravanas interminables, vehículos oficiales y un flujo constante de aficionados ansiosos por ver a sus ídolos. La preparación es meticulosa, cada detalle está calculado al milímetro, desde la llegada del personal técnico a las 6:30 hasta el cierre del día a las 19:00.

El desafío de la contrarreloj

La etapa de contrarreloj de 10,9 kilómetros, con un desnivel acumulado de 650 metros, es atípica. Sin bicicletas específicas de contrarreloj, los ciclistas del Decathlon AG2R, como Oliver Naesen, deben adaptarse a las tradicionales RCR-F de Van Ryzel. Bajo un sol abrasador, Naesen se prepara sobre el rodillo, mientras un ventilador portátil intenta mitigar el calor.

La etapa es corta pero intensa. Las rampas alcanzan pendientes del 16%, poniendo a prueba incluso a los más experimentados. Naesen, aunque no compite por la general, cumple con su papel de escudero, crucial para su compañero Felix Gall, quien mantiene sus opciones de podio.

El brutal ascenso de Peyragudes

Peyragudes, un antiguo aeródromo, se convierte en un brutal final de etapa. Los últimos 350 metros en rampa son una prueba de fuego para todos, excepto para el líder Tadej Pogacar, quien destroza el cronómetro y deja a su rival Jonas Vingegaard a 36 segundos.

El desenlace en Peyragudes es un caos organizado. Bicicletas aparcadas, caravanas y miles de aficionados congestionan el acceso. La logística post-etapa es tan crítica como la carrera misma; los equipos deben planificar cada movimiento mientras se preparan para la siguiente salida en Pau.

La logística detrás del espectáculo

El Tour de Francia no es solo una prueba de resistencia para los ciclistas, sino también para el personal de apoyo. La coordinación de logística es esencial para el éxito del evento. Desde el alojamiento asignado aleatoriamente hasta la sincronización precisa de los vehículos de apoyo, cada elemento es crucial.

Expertos en logística deportiva destacan que la eficiencia del Tour es comparable a operaciones militares. “Mover a miles de personas y toneladas de equipo diariamente es un reto logístico monumental”, comenta Jacques Lefevre, experto en gestión de eventos deportivos.

La capacidad del Tour para adaptarse y superar desafíos logísticos es un testimonio de su éxito continuo. Cada etapa es una lección en organización, donde cada minuto cuenta, dentro y fuera de la carrera.

Mirando hacia el futuro

Con cada año, el Tour de Francia enfrenta nuevos desafíos logísticos, desde el cambio climático hasta las crecientes expectativas de los aficionados. Sin embargo, su capacidad para innovar y adaptarse asegura que seguirá siendo una de las competiciones más prestigiosas del mundo.

Mientras los equipos se preparan para la próxima etapa en Pau, la maquinaria del Tour sigue en movimiento, un recordatorio de que el espectáculo continúa, tanto en la carretera como detrás de ella.