Suplemento de vitamina D3 reduce riesgo de segundo infarto

SALT LAKE CITY, EE.UU. – Un nuevo estudio de Intermountain Health revela que un enfoque personalizado de suplementación con vitamina D3 puede reducir significativamente el riesgo de un segundo infarto en pacientes que ya han sufrido uno. Los hallazgos se presentaron en las Sesiones Científicas de la Asociación Americana del Corazón de 2025 en Nueva Orleans.

El estudio, liderado por la epidemióloga cardiovascular Heidi May, destaca que el tratamiento “dirigido a objetivos”, que ajusta la dosis de vitamina D3 para alcanzar niveles óptimos en sangre, puede reducir a la mitad el riesgo de un segundo ataque cardíaco. “No observamos efectos adversos al administrar dosis más altas de suplementos de vitamina D3”, afirmó May. “Estos resultados son alentadores, pero se requiere más investigación para validar estos hallazgos”.

Contexto y Antecedentes

La deficiencia de vitamina D es un problema global, afectando a entre la mitad y dos tercios de la población mundial. Tradicionalmente, la vitamina D se obtenía principalmente del sol, pero los cambios en el estilo de vida y las recomendaciones para evitar el cáncer de piel han reducido la exposición solar, aumentando la dependencia de suplementos.

Estudios observacionales han vinculado niveles bajos de vitamina D con peores resultados cardiovasculares. Sin embargo, ensayos clínicos previos que usaron dosis estándar de suplementos no mostraron una reducción significativa en el riesgo cardiovascular. Esto llevó a los investigadores de Intermountain a explorar si un aumento específico en los niveles de vitamina D podría ser más efectivo.

Detalles del Estudio

El ensayo TARGET-D, llevado a cabo entre abril de 2017 y mayo de 2023, incluyó a 630 pacientes de Intermountain Health que habían sufrido un infarto de miocardio. Los participantes fueron seguidos hasta marzo de 2025 para monitorear eventos cardiovasculares. Los pacientes fueron divididos aleatoriamente en dos grupos: uno sin tratamiento de vitamina D3 y otro con tratamiento específico.

El objetivo del grupo tratado era elevar los niveles de vitamina D a más de 40 ng/ml. El 85% de los pacientes presentaba niveles insuficientes de vitamina D3 al inicio. Más del 50% de los tratados requirió dosis iniciales de 5.000 UI, significativamente más altas que las recomendaciones estándar de 600 a 800 UI.

Resultados y Análisis

Los pacientes tratados fueron monitoreados anualmente para asegurar que sus niveles de vitamina D superaran los 40 ng/ml. Aquellos con niveles inferiores fueron evaluados trimestralmente con ajustes de dosis. A pesar de no encontrar diferencias significativas en eventos cardíacos mayores entre los grupos, el riesgo de un segundo infarto se redujo a la mitad en el grupo tratado.

El estudio subraya la importancia de un enfoque personalizado en la suplementación de vitamina D3, sugiriendo que no solo la cantidad, sino también el monitoreo regular de los niveles en sangre, es crucial para mejorar los resultados cardiovasculares.

Implicaciones Futuras

Estos hallazgos podrían cambiar la forma en que se aborda la suplementación de vitamina D en pacientes cardíacos, potencialmente reduciendo la incidencia de segundos infartos. Sin embargo, como señala May, se necesita más investigación para confirmar estos resultados y determinar las mejores prácticas para la implementación clínica.

En conclusión, el estudio de Intermountain Health aporta evidencia significativa sobre los beneficios de la vitamina D3 en la salud cardíaca, abriendo nuevas vías para la prevención de infartos recurrentes y mejorando la calidad de vida de los pacientes.